A la hora de elaborar el instrumento de evaluación, uno de los elementos fundamentales que condicionan los resultados del mismo y sobre el que hemos prestado especial atención, es el diseño de las preguntas, de ahí la utilización de preguntas abiertas y cerradas que nos permiten recopilar tanto información cuantitativa como cualitativa.
Una vez hemos realizado la acogida de la persona atendida, en la que se informa, bien de manera individual, bien grupal, del servicio de orientación sociolaboral que ofrece la entidad y se asume el compromiso, participación activa e implicación con el programa, realizamos el diagnóstico de empleabilidad. Esta acción es fundamental para conocer la situación de partida de la persona atendida y su posición en el mercado laboral, diseñar de manera consensuada el plan de trabajo individualizado así como evaluar los avances y cumplimiento de objetivos que va teniendo el usuario/a a lo largo del proceso de acompañamiento.
Se realiza siempre en una o varias tutorías individuales según las que necesite la persona atendida y haciendo uso de un guión semiestructurado, donde recopilamos información de cada persona usuaria sobre los siguientes indicadores: datos personales, situación laboral, situación económica y familiar, estado de salud, experiencia, formación, idiomas, conocimientos informáticos, objetivos laborales, motivaciones, expectativas, actitud ante la formación, etc, como hemos podido ver en la bibliografía consultada y expuesta en este trabajo anteriormente.
Además, el instrumento tiene un formato semiestructurado, lo que nos permite a los profesionales de orientación añadir nuevas cuestiones o ahondar sobre aquellas que consideremos más significativas. Este hecho es relevante, ya que como hemos destacado en los recursos consultados, es muy interesante y enriquecedor realizar una evaluación cualitativa que apoye lo evaluado de manera cuantitativa.
En el caso particular que hemos elegido, tenemos que mostrarle mayor interés, ya que, debido a sus dificultades de lecto-escritura, las preguntas con respuesta abierta nos ayudarán a realizar una mejor evaluación.
Tras la recogida de datos en el diagnóstico de empleabilidad de Salifu, y añadiendo el test de competencias diseñado anteriormente tenemos una primera visión clara de cuál es su situación y cómo él la percibe.
Nuestro diagnóstico de empleabilidad, se trata de un cuestionario heteroadministrado que utilizaremos no solamente para hacer la evaluación inicial, sino que también lo volveremos a aplicar en el ecuador del proceso de acompañamiento (para conocer la evolución de la persona atendida y el grado de cumplimiento de los sub-objetivos fijados para poder introducir las mejoras necesarias en el caso de que el grado de cumplimiento no sea el adecuado) y al finalizar el itinerario (para comprobar si se han alcanzado o no los objetivos fijados).
En lo referido a la interpretación de los datos recogidos, trabajaremos en equipos interdisciplinares durante las diferentes sesiones de supervisión de casos, donde analizaremos y extraemos las conclusiones oportunas sobre su situación inicial, elaboración del plan de trabajo y el logro de los hitos establecidos en el itinerario individualizado.
También podemos confirmar la importancia del diagnóstico de empleabilidad y su revisión, ya que, según la bibliografía consultada, periódicamente es necesario realizar una evaluación de las preguntas incluidas en el cuestionario para conocer si realmente miden para lo que han sido diseñadas.
La revisión de la herramienta sería ideal realizarla en cada fin de programa, con un equipo interdisciplinar dependiendo de los objetivos planteados (usuarios a los que va destinados sector, discapacidad…)
Si no revisamos esta herramienta de forma periódica y actualizamos aquellas respuestas en las que no ésta no es fiable, ésta dejará de sernos útil y no obtendremos los resultados que queremos.
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